Tan callada y tan sufrida
Eres madre dolorosa
Pues llevas nuestro dolor
Como una madre amorosa
No te quejas ni protestas
Todo lo haces por Amor
Y escuchas esas palabras
Que rompen tu corazón
Ahí tienes a tus hijos
Los mismos que le mataban
Quienes los clavos con rabia
A tú Hijo le clavaban
Como se puede Amar
A quien parte el corazón
Con la lanza en el costado
Por cobardía o traiciónalo
Pues no era solo un soldado
Quien a Jesús le mataba
Éramos todos tus hijos
Que a la madre atormentaban
Son nuestros mismos pecados
Que a Jesús crucificaron
Y es tu mismo corazón
El que ha de perdonarnos
Esta es la súplica Madre
Que cada año te hacemos
Conscientes de que sabemos
Lo poco que merecemos
No te olvides de este pueblo
Donde quisiste quedarte
Y cobíjanos con tu manto
Para que nada nos falte
María Jesús Alcázar.