Este Viernes Santo, comenzamos la novena que Nuestro Señor Jesucristo le pidió personalmente a Santa Faustina Kowalska que rezara y enseñara a rezar a cuantas más personas mejor. Las palabras que dijo a la Santa, algunas de ellas, las describimos aquí.
— Deseo que el mundo conozca Mi Misericordia Infinita. Quiero conceder gracias inauditas a aquellos que confían en Mí.
—A las tres de la tarde suplica Mi Misericordia especialmente para los pecadores, y aunque sea por un brevísimo instante, absórbete en Mi Pasión, este es el momento de la gran Misericordia hacia el mundo. En tal hora, nada le será negado al alma que me lo pida, por los méritos de mi pasión. ( IV, 59 )
— Escribe, habla de mi Misericordia, cuenta a las almas donde quiera que se encuentren, que busquen consuelo, que acudan al tribunal de Mi Misericordia . Allí tienen lugar los más sorprendentes Milagros.
—El alma que confíe en Mi Misericordia, no se perderá, aunque sus pecados sean como un abismo de en corrupción.
— Nuestro Señor le confió a Santa Faustina, que diera a conocer esta gran Misericordia al mundo entero y le fue dictando todo lo que tenía que explicar al mundo. Y si ya, lo sabemos y tenemos la solución en nuestras manos, si nuestro mundo está amenazado de dolor y sufrimiento por una pandemia de enfermedad y otra de falta de Fe, ¿seremos capaces de cruzarnos de brazos y esperar poco a poco su destrucción, a pesar de tener la solución en nuestras manos? A pesar de saber y conocer los escritos de Santa Faustina, dictados por el mismo Jesucristo nuestro Señor
—A continuación el poema que leemos al final de la misa—
A LA MISERICORDIA DIVINA
S. Faustina pequeña aldeana
Que a Dios le entregas tu vida
Amándole en cuerpo y alma
Su secretaria Jesús te nombra
Para que al mundo le digas
Que Dios se hace Misericordia
Para la humanidad pérdida
De la oración al diálogo
Pasabas continuamente
Para que al mundo expresarás
Un mensaje permanente
Como se lo explicaré Señor
Como expresarles tu amor?
A lo que Jesus replica
Por mucho que lo ensalzarás
Nunca habrá exageración
Manda pintar mi imagen
Cómo ahora tú me ves
Y al explicar al pintor
Las formas con el pincel
Le dice como dos rayos
De gran luz salen de Él
Una clara y otra ardientes
Que brotan del corazón
Como el agua en una fuente
Santa Faustina pregunta
De los rayos el significado
Y el buen Jesus le responde
Agua y sangre del costado
El color claro es el agua
Qué justifica a las almas
El color rojo la sangre
Que brota de las entrañas
De esa gran Misericordia
Que a la hora de morir
Junto al último latido
Como rayos quisieron salir
De un corazón traspasado
Abierto por una lanza
Brotó Mi Misericordia
Que a todos los hombres alcanza
Dijo Jesús” bienaventurado
aquel que se refugie en mi
Porque la justa mano De Dios
no le seguirá hasta allí (I, I30)
Mª Jesús Alcazar