Con motivo de la Fiesta del Milagro 2021 que se celebrará mañana, 13 de mayo, traemos a la vida de nuevo una de las joyas que se pudieron leer en su día en las páginas de la Encomienda, escrito además por uno de nuestros más ilustres colaboradores, José Domingo García Patrón, Medalla del 4º Centenario de Lepanto y Cronista Honorario de Villarejo de Salvanés, quien tristemente nos dejó hace ya muchos años.
Era la sección "Carta a mis paisanos", y este artículo se publicó en mayo del año 1998. Adjuntamos las fotos originales que se publicaron en su día en blanco y negro. El artículo en PDF tal y como se publicó se puede descargar en este enlace.
En el artículo José Domingo nos explica el motivo de la festividad del 13 de mayo en nuestro pueblo, además de darnos una referencia bibliográfica imprescindible para conocer nuestra historia, el libro "Milagros y favores extraordinarios que el Todopoderoso ha concedido a los fieles por intercesión de la misma Señora", escrito por el Padre Fray Domingo Parrondo.
Imagen que Nuestra Señora de la Victoria en su carroza. Fue publicada en el libro de los Redentoristas de 1932, con motivo del 2º Centenario de su estancia en España. Los Redentoristas, que habían reparado el convento, permanecieron en Villarejo entre 1879 y 1883.Alrededor del día 13 de mayo y durante las fiestas de octubre de cada año, se celebran, organizadas por la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen, unas misas recordatorio del milagro observado con la imagen de Nuestra Señora de la Victoria, que se venera en el que fue Colegio Seminario de Misiones sito en la villa de Villarejo de Salvanés.
A este respecto estimo oportuno y útil recordar aquí a mis paisanos, algunos episodios relacionados con la historia de nuestra Patrona.
El padre Fray Domingo Parrondo, misionero apostólico y guardián del Colegio Seminario de Misiones de la Observancia de San Francisco, de la provincia de Castilla, situada en Villarejo de Salvanés, redactó una Novela de Nuestra Señora de la Victoria y redactó un breve resumen de los "Milagros y favores extraordinarios que el Todopoderoso ha concedido a los fieles por intercesión de la misma Señora", que se venera en este Colegio.
"Según piadosa tradición, en la noche del 13 de mayo de 1623, habiéndose prendido fuego en el Trono de nuestra Señora de la Victoria, que estaba en medio del retablo del altar mayor de su iglesia, y abrasándose todo él con dicho retablo, se observó un patente y asombroso milagro, pues la imagen de María Santísima de la Victoria dejó su Trono y se trasladó por sí misma, sin industria ni diligencia humana, a otro altar llamado entonces de las Vírgenes, que es el colateral del lado del Evangelio, donde hoy se venera el Seráfico Patriarca nuestro Padre San Francisco, distante como doce o trece pasos del altar mayor. Este milagro fue aprobado por el Consejo de la Gobernación del serenísimo señor cardenal infante de España, administrador perpetuo del arzobispado de Toledo, dando facultad y licencia para que, como obra milagrosa y sobrenatural que obró el Señor por intercesión de su Santísima Madre en su santa imagen de la Victoria, se pueda publicar y pintar. Hízose esta aprobación judicial en Toledo, a 9 de septiembre de 1623 años.
Por las declaraciones de los testigos que comprobaron este milagro, constan otros dos prodigios: el uno fue no quemarse la cortina que cubría inmediatamente la imagen en el Trono, la cual era de tela blanca plateada, ni tampoco se quemaron las presillas de seda por las que pendía dicho velo o cortina de una varilla de hierro, siendo así que ésta quedó hecha ascua, y que se quemaron otras dos cortinas exteriores, y que ella se estaba ondeando entre las llamas del incendio; respetaron también un cuadro en que estaba pintado el Espíritu Santo; el cual estaba sobre el Trono de nuestra Señora, siendo así que las llamas, debiendo naturalmente subir por delante de dicha pintura (por estar media vara más afuera las columnas y el Trono que, incendiadas, las despedían), no fue así, sino que inclinándose en su dirección hacia dentro, subían por detrás del cuadro, entre él y la pared, y salían por la parte de arriba sin ofender en nada el lienzo, que no distaba de la pared más que tres dedos, por cuyo hueco subía todo el fuego sin prender en un combustible tan próximo e inmediato. Así consta de las declaraciones de los testigos de vista.
Son muchos los favores que han experimentado los fieles pidiendo al Señor por medio de su Santísima Madre de la Victoria el remedio en sus necesidades; y si bien les falta el requisito necesario para poderse publicar por milagros, que es la aprobación del Ordinario, tienen, no obstante, toda aquella verdad que por medio de informaciones judiciales y legítimas se pueda adquirir y comprobar; por tanto, se publican no como milagros, sino como favores extraordinarios que han recibido los devotos de Nuestra Señora de la Victoria, para que su noticia sirva de edificación y ejemplo a quien los leyere.
En este sentido y con este fin se publicaron varios hechos prodigiosos".